Por Prensa
Este martes 14 de junio, pasadas las 15 horas, fueron los funerales de Sonia Bahamondez, comerciante paillaquina que hizo noticia regional al denunciar que fue diagnostica de tendinitis en lugar de un tumor cerebral, patología que la dejó postrada y, la larga, acabó con su vida. Sentimientos de impotencia, rabia y dolor afloraron durante todo […]
Este martes 14 de junio, pasadas las 15 horas, fueron los funerales de Sonia Bahamondez, comerciante paillaquina que hizo noticia regional al denunciar que fue diagnostica de tendinitis en lugar de un tumor cerebral, patología que la dejó postrada y, la larga, acabó con su vida.
Sentimientos de impotencia, rabia y dolor afloraron durante todo el rito fúnebre, ya que para los familiares y amigos quedó la sensación de que todo esto pudo haberse mitigado con un diagnóstico precoz y asertivo de parte de quienes la atendieron en el Cesfam.
Antes de caer en estado grave, la familia de Sonia Bahamóndez llegó hasta el Consejo de Defensa del Estado alegando que fue diagnosticada en tres ocasiones de tendinitis y dolores musculares, en el Consultorio de Paillaco, cuando en realidad padecía síntomas neurológicos causados por un tumor cerebral.
La historia tiene registro formal el 14 de enero, fecha en la cual decidió concurrir al Consultorio de Paillaco por molestias y cansancio en las extremidades del lado izquierdo, síntomas que fueron interpretados como una patología esquelética por el médico que la atendió, quien le indicó analgésicos y vitaminas.
Al continuar los síntomas, volvió a pedir ayuda al mismo centro asistencial el 1 de febrero, pero esta vez otro médico catalogó el relato como un quiste de la rodilla.
Las molestias se agudizaron y llegaron a un punto crítico el 5 de febrero, donde ella nuevamente fue a pedir ayuda al consultorio. Pero esta vez, había perdido la fuerza del brazo izquierdo y las molestias de la pierna continuaban. En esta vuelta le diagnosticaron una tendinitis.
Al perder completamente la fuerza en el lado izquierdo de su cuerpo, la mujer esta vez optó por ir al Servicio de Urgencia de Paillaco, donde fue derivada al Hospital Regional con el diagnóstico de probable accidente vascular. El Valdivia, el neurocirujano finalmente descubrió un tumor cerebral, quedando a la espera el resultado de la biopsia.
A raíz de esta situación, la dirección del Cesfam Lautaro Caro Ríos de Paillaco lamentó la situación que se encuentra viviendo la señora Sonia Bahamondez Rivera, quien fue atendida en el establecimiento, cumpliéndose todos los protocolos médicos y siendo derivada oportunamente al servicio de urgencia del hospital local.
Carta de despedida
Marcelo Álvarez, sobrino de Sonia Bahamondez, expresó en una sentida carta su sentimiento de pena y frustración. “Qué triste fue saber que esos dolores de cabeza que tenía no eran dolores pasajeros o una simple migraña, como en el consultorio de Paillaco le dijeron, dos veces la pude acompañar y la vi volver con un sobre blanco, con pastillas para el dolor de cabeza. Qué pena da ver el poco aprecio que existe hoy en día hacia otro ser humano…
Es curioso, ver hoy en día si transitas por calle Alonso de Ercilla con Barros Arana, ver la casa de mi tía Sonia con su costado Norte pintado con la frase RAMONA REYES AL MUNICIPIO; me pregunto, ¿dónde está este municipio por el cual ella tanto defendió y luchó?, ¿dónde está la autocrítica?.
Creo sentir que mis descargos son legítimos, hoy no tengo mi segunda madre a mi lado y quién sabe si con un diagnostico a tiempo, las cosas serían diferentes
Tía Sonia, siempre estarás en nuestros pensamientos y corazones. Sin duda el Señor hoy te tiene bajo su cobija y quién sabe, a lo mejor estas acompañada de tu hijita que un día partió y no alcanzaste a disfrutarla”.
