Monday, October 19, 2020

Opinión: ¿Qué es La Realidad?

Por Prensa

Por José Eduardo Muñoz Coach Ontológico Para tratar de abordar el punto que queremos explicar, nos parece apropiado citar un cuento breve de Jorge Bucay, historia que tal vez pueda ser conocidas para ustedes. A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está […]

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Por José Eduardo Muñoz

Coach Ontológico

Para tratar de abordar el punto que queremos explicar, nos parece apropiado citar un cuento breve de Jorge Bucay, historia que tal vez pueda ser conocidas para ustedes.

A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer cuenta de que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe… y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. “No podrá ser tan caradura”, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

–¡Gracias! –dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

–De nada –contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.

Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: “Insolente”.

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas… ¡Intacto!

Podrás entender entonces que hay dos realidades: aquella que se muestra como hechos independientes a ti, y aquella que es más subjetiva y podríamos decir que está dentro de cada uno de nosotros.

En el Coaching Ontológico, proponemos esta forma de visualizar la realidad:

REALIDAD = HECHOS + INTERPRETACIONES

Si miramos la realidad desde este punto de vista, nos damos cuenta que no existe sólo una y nos abrimos a un mundo de posibilidades.

¿Por qué abre posibilidades?

Si pensamos en la realidad como «inmodificable» una vez que sucede, se nos haría imposible dar vuelta a esta; pues, desde esta mirada, el ahora se convierte únicamente en HECHOS; por ende deberíamos aceptar y quitaríamos toda responsabilidad de nosotros para cambiar; perdiendo el PODER sobre las cosas alrededor nuestro.

Desde el Coaching Ontológico, proponemos que la realidad también puede ser creada desde nuestras INTERPRETACIONES; pues estas últimas son parte de lo subjetivo, aquello que cada uno de nosotros guardamos dentro de sí.