Sunday, April 13, 2014

Eyzaguirre sorprende a la Confech: plantea estatizar universidades que lucran y “desmantelar la educación de mercado”

Por Prensa

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Educacion

Por Nicolás Sepúlveda
www.elmostrador.cl

La reunión del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, con la mesa ejecutiva de la Confederación de Estudiantes de Chile, Confech, fue una ráfaga de anuncios. La performance del secretario de Estado, y de sus asesores, desarmó el diseño que llevaban los universitarios para “emplazar” a la autoridad y terminó con el ministro nuevamente tomando el control de la agenda.

Antes de que se concretara el diálogo, la principal organización del movimiento estudiantil había hecho público un documento donde solicitaba mayor información a la autoridad sobre tres puntos: gratuidad, fin al lucro y democratización. Además, los universitarios llegaron con solicitudes claras a la cita con Eyzaguirre, como la de retirar el proyecto de Carrera Docente que el gobierno de Sebastián Piñera dejó en trámite en el Congreso. Aunque los estudiantes llevaban una batería de argumentos para marcar diferencias con el Mineduc, desde el comienzo fueron sorprendidos por las ideas que el ministro iba tirando sobre la mesa.

A las cuatro de la tarde con cinco minutos los nueve representantes de la mesa ejecutiva de la Confech ingresaron al Ministerio. Allí saludaron a la subsecretaria Valentina Quiroga y a los asesores que estuvieron presentes en el encuentro, como los ex dirigentes estudiantiles Miguel Crispi (RD), Rodrigo Rocco (ex PC) y José Manuel Morales (JJ.CC.). Los dirigentes universitarios comenzaron una exposición general de su postura frente a la reforma, cuando Eyzaguirre arribó, a las cuatro con 20 minutos, a la cita. Luego de saludar uno por uno a los asistentes –a quienes en algunos casos confundió de nombre–, tomó él la palabra.

“Esta es la reforma más grande que se haya hecho tras la dictadura”, aseguró de entrada el ministro. A diferencia de lo ocurrido en la reunión con la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, Cones, donde Eyzaguirre habló luego de escuchar la exposición de los escolares, en esta ocasión el ministro tomó el control desde un inicio, anunciando medidas relacionadas con los puntos claves para los universitarios: financiamiento, lucro, acceso y democratización.

“Desmantelar la educación de mercado”

Durante las últimas semanas los dirigentes estudiantiles habían marcado una primera diferencia importante con el Mineduc, luego de que el ministro anunciara en el programa ‘El Informante’, de TVN, que se mantendría el subsidio a la demanda –o voucher– en el financiamiento a la educación superior. En la cita de ayer buscó clarificar ese punto y despejar cualquier duda que existiera entre sus interlocutores.

Eyzaguirre les planteó que una parte del financiamiento a las universidades será por voucher, aunque una “oferta regulada”, debido a que a los planteles que reciban fondos públicos se les exigirá que cumplan un rol dependiendo de la característica de la institución. Por ejemplo, no será lo mismo lo que se le solicite a una universidad que se dedique a la pura docencia, que a otra que también hinque el diente a la extensión e investigación.

Sobre el rol público de las instituciones, señaló que existirán procesos participativos para fijar su rumbo, a través de encuentros de las comunidades educativas o de los requerimientos de la ciudadanía representada por las instituciones del Estado. En ese ámbito, aclaró que existirán criterios regionales y nacionales, y que a las primeras se les pedirá que suplan las necesidades que tenga la respectiva región donde funcionan, y que las segundas deberán apuntalar las necesidades del Estado. Por tanto, dijo que la regulación estatal será algo concreto y que las universidades deberán ceñirse a lo solicitado por el Mineduc si es que quieren recibir fondos estatales.

Según lo dicho por el ministro a los universitarios, ninguna institución podrá lucrar si es que quiere recibir dineros públicos. Sobre el control del lucro, indicó que, a través de la Superintendencia de Educación Superior, éste será fiscalizado y que, si llega a comprobarse que un plantel está lucrando, esa institución será intervenida, abriendo la puerta a tres opciones: buscar un nuevo administrador que no persiga fines de lucro, estatizarla o fusionarla con un plantel estatal ya existente. Siempre –dijo el ministro– se resguardará la situación de los estudiantes afectados por las prácticas lucrativas de los dueños.

La regulación también alcanzará otros ámbitos, como la fijación de aranceles. El secretario de Estado adelantó que el Ministerio fijará un arancel respectivo para cada carrera, el que estará determinado por una serie de indicadores, y que todas las instituciones deberán respetar, eliminando por completo el actual arancel de referencia, que da libertad a los planteles para que fijen la tarifa que consideren pertinente.

En el ámbito del financiamiento, se anunció que se terminará gradualmente con el Crédito con Aval del Estado (CAE), en la medida que se vaya implementando la gratuidad, y también con el Aporte Fiscal Indirecto (AFI), que otorga un voucher a los mejores 27.500 puntajes de la PSU.

Sobre el tema del lucro, los estudiantes le consultaron al ministro si el fin de este alcanzará también a los institutos profesionales y los centros de formación técnica. La respuesta de Eyzaguirre fue positiva. Ninguna institución podrá lucrar si es que quiere recibir dineros públicos. Sobre el control del lucro, indicó que, a través de la Superintendencia de Educación Superior, éste será fiscalizado y que, si llega a comprobarse que un plantel está lucrando, esa institución será intervenida, abriendo la puerta a tres opciones: buscar un nuevo administrador que no persiga fines de lucro, estatizarla o fusionarla con un plantel estatal ya existente. Siempre –dijo el ministro– se resguardará la situación de los estudiantes afectados por las prácticas lucrativas de los dueños.

Como ejemplo, Eyzaguirre tomó el caso de la Universidad del Mar, la que fue cerrada mediante decreto dejando a miles de jóvenes sin una casa de estudios donde finalizar sus carreras. Dijo que, para que no ocurra aquello, se trabajará un proyecto de ley que otorgue facultades al Mineduc para intervenir los planteles, una idea que rondaba entre los parlamentarios de la Nueva Mayoría y a la que la antigua administración de Sebastián Piñera se negó constantemente.

También en el punto relativo al lucro, el ministro adelantó que se congelará la creación de colegios particulares subvencionados, debido a que la gran mayoría de estos lucran con la educación, y a que no existe control respecto de dónde se abren los establecimientos. Otro factor para tomar esta decisión sería el reemplazo del rol de la educación pública que este tipo de colegios ha protagonizado en diversas localidades del país.

Sobre la fiscalización a los colegios particulares pagados –respecto de los cuales los estudiantes buscan también prohibir el fin de lucro–, aseguró que no existe aún una política de regulación.

Sobre la Prueba de Selección Universitaria (PSU), dijo a modo tentativo que, de aquí a siete años, cuando la gratuidad este implementada para el 100% de los estudiantes, esta será suprimida y reemplazada por un test que mida capacidades y habilidades y no conocimientos, como lo hace hasta ahora.

En ese sentido, el ministro dijo que “hoy la educación está simceificada“, haciendo referencia a que todo se establece según los puntajes de los colegios en la prueba Simce, y añadió que “el lucro es perverso”. Por ello –manifestó–, ”nosotros vamos a cambiar el paradigma en la educación superior”. De hecho, Eyzaguirre fue más claro y habló de “desmantelar la educación de mercado”.

En términos de participación, adelantó que se creará una instancia compuesta por rectores, académicos y estudiantes que piensen nuevos estatutos para las universidades, los que reemplacen a los actuales heredados de la dictadura. En síntesis, el ministro dijo que, luego de desmantelar la estructura heredada de la dictadura, se abrirán mayores canales de participación para el mundo estudiantil, los que podrán ayudar a edificar una nueva institucionalidad.

Hablando también de educación Básica y Media, el titular del Mineduc hizo referencia a experiencias internacionales exitosas que amplían la participación de las comunidades en el control de las escuelas. En ese sentido, habló de “servicios locales de educación”, los que podrían ordenarse por provincias y cuyos integrantes podrían ser elegidos por la ciudadanía. Algo que se acerca a la propuesta de “control comunitario”, levantada por sectores de la Confech y en especial por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).

Cuando se abordó el punto de la democratización, algo central para los universitarios, el ministro le cedió la palabra a su subsecretaria Valentina Quiroga, para que ésta explicara por qué este punto no había sido incluido en el programa presidencial del gobierno. Según cuentan los asistentes, Quiroga improvisó una respuesta y aseguró que se trataba de “un tema complejo”, por lo que no había alcanzado a ser incluido.

Nuevamente, Eyzaguirre sorprendió a la Confech. Dijo que se iban a retirar todos los decretos con fuerza de ley que obstaculizan la organización estudiantil en los colegios y universidades y que no permiten los gobiernos triestamentales en los planteles de educación superior, como el DFL2 y el 524. Aunque no se mostró partidario de que sea requisito de acreditación el que un plantel cuente con un gobierno democrático, tal y como solicitaron algunos dirigentes, señaló que estaba abierto a la discusión y que esa era una pelea que podrían dar los propios estudiantes al interior de sus casas de estudio.

Otro guiño a los dirigentes estudiantiles fue el anuncio del retiro del proyecto de ley de Carrera Docente que actualmente se tramita en el Congreso.

Cuando fue requerido por los estudiantes, quienes le pedían detalles de los anuncios y “pruebas de confianza”, Eyzaguirre fue claro en relación a que no podía pedirles confianza, porque su sector asumía todos los errores cometidos en los gobiernos anteriores, los que –dijo– se realizaron “con y sin conocimiento de causa”, y que estaban claros de lo que el movimiento estudiantil podía hacer con el actual gobierno, por lo que aseguró que va a cumplir todo lo prometido.

Cuando el ministro se retiró, diez minutos antes del fin de la cita –por compromisos familiares, según consignó–, tomó la palabra Miguel Crispi, quien solicitó a los dirigentes que les abrieran espacios en las universidades para “bajar a hablar con los estudiantes”, y saber lo que piensan todos ellos.

El tono de la reunión fue siempre ameno, con un ministro que se mostró cercano, con el uso de un lenguaje coloquial y que buscó siempre distender el ambiente.

“Voluntades más que claridades”

Luego de la reunión, los estudiantes no sabían cómo articular un discurso que les permitiera tomar distancia del Mineduc. Finalmente, decidieron apuntar a la falta de claridades de los anuncios hechos.

“No existe un diseño claro de cómo se va a implementar la reforma”, planteó la presidenta de la FECH, Melissa Sepúlveda. “Esperamos que las voluntades que se han manifestado sean reales y que se concreten en una reforma integral que aborde todos los niveles de la educación y no en proyectos de ley aislados que maquillen el proyecto de educación actual”, agregó.

Sobre los anuncios hechos por Eyzaguirre, el presidente de los estudiantes de la Universidad de Concepción, Javier Miranda, señaló a El Mostrador que “se abordaron muchos elementos, y se incorporaron nuevos temas a la discusión, de todas maneras no existen planteamientos concretos; en cada oportunidad que pedimos detalles y fechas, no tuvimos respuesta. Saludamos la voluntad de diálogo, pero mantenemos las aprensiones y diferencias, y se mantienen vacíos de formas en términos de cómo estas discusiones se vinculan con las comunidades y las organizaciones, esos mecanismos no están definidos”.

Sobre la solicitud estudiantil de que todos los proyectos que se envíen al Congreso sean primero consensuados con el movimiento social, Miranda expresó: “Los tres primeros proyectos de ley van a pasar sin discusión con el movimiento social, y nosotros creemos que sí deberían pasar por una discusión previa. Lo que estamos planteando es una transformación global y nos parece preocupante que no se quiera trabajar (con el movimiento social) en estos tres primeros proyectos de ley”, haciendo referencia a los proyectos que pondrán fin al lucro, copago y selección en el sistema escolar y que serán enviados antes del 21 de mayo al Congreso.

El secretario general de la Universidad Arturo Prat de Iquique, Cristián Romero, agregó que fue bueno que se abriera está instancia de diálogo, pero coincidió con Miranda en que con eso no es suficiente: “Saludamos la instancia de que el gobierno haga eco de las demandas y trate de salir de la ambigüedad que había en un comienzo, pero quedamos con ciertos grados de incertidumbre sobre si de verdad se va a integrar al movimiento estudiantil y a la sociedad en su conjunto en la creación de la reforma educacional”. El dirigente añadió que la aclaración sobre el fin del lucro en todo el sistema los dejó contentos: “Algo que destacamos es que se aclarara que el fin al lucro será en todo el sistema educativo, incluyendo a los CFT e IP”.

Si bien los estudiantes no acordaron con el ministro una nueva cita, sí solicitaron que, de existir esta, sea con todos los actores del sector.

Por parte del Ministerio, en la cita se clarificó que el primer semestre será para enviar los proyectos relacionados con el sistema escolar, mientras que en el segundo se enviarán los que están relacionados con la educación superior.

Este sábado, la Confech se reunirá en Santiago para evaluar la cita y concretar el llamado a la primera marcha nacional del año, agendada por los secundarios para el jueves 24 de abril. Para la próxima semana queda pendiente la reunión entre Eyzaguirre y los secundarios de la ACES, en lo que será el último encuentro del ministro con las organizaciones estudiantiles. Está por verse cual será la postura de los escolares frente a los anuncios del ministro, el que hasta ahora ha logrado un inédito control de la agenda educacional, sorprendiendo a los dirigentes estudiantiles.