Por Prensa
El médico cirujano y miembro del Movimiento Ciudadano Regional, calificó como un hecho preocupante que ocho médicos extranjeros deban dejar de ejercer en el sistema público, ya que escondería una debilidad evidente en materia sanitaria. Carrasco, quien obtuvo un postítulo en medicina familiar, está “absolutamente de acuerdo con la aplicación del examen Eunacom a todos […]
El médico cirujano y miembro del Movimiento Ciudadano Regional, calificó como un
hecho preocupante que ocho médicos extranjeros deban dejar de ejercer en el sistema público, ya
que escondería una debilidad evidente en materia sanitaria.
Carrasco, quien obtuvo un postítulo en medicina familiar, está “absolutamente de acuerdo
con la aplicación del examen Eunacom a todos los médicos que quieran ejercer en Chile, ya que
asegura un nivel estandarizado de conocimientos”.
Sin embargo, “hay que considerar que muchos médicos extranjeros vienen por
necesidad o buscando mejores oportunidades; pero, cuando llegan a Chile y obtienen permiso
para ejercer, con suerte tienen dos semanas de inducción y son lanzados a trabajar en los Cesfam
u Hospitales”.
Carrasco agrega que al inicio “ellos no conocen los protocolos de derivación, manejan otra
epidemiología y piden interconsultas a un sistema colapsado”.
El médico señala que “tuve el privilegio de estudiar en la Universidad Austral de Chile, en
una de las mejores escuelas de Medicina del país. Me formaron profesores de excelencia y pude
aprender en un buen campo clínico. Mi centro formador se encargó, además, de entregarme
todas las herramientas para aprobar el Eunacom”.
“Pero los médicos formados en el extranjero deben ver cientos de pacientes a la semana e
incluso cubrir turnos de Sapu. Con esta carga laboral es muy difícil que pueden adquirir y madurar
los contenidos que mide este examen”.
Para el profesional “es el momento de que el Estado de Chile reconozca que tiene una
que está fallando, que falta gestión, y que si no fuera por los médicos extranjeros se desnudarían
completamente nuestras deficiencias. Nuestro sistema de salud está en deuda con los médicos
formados en el extranjero”.
PROPUESTA
Para Carrasco sería el momento de que los sistemas de salud (Municipal o Ministerial),
cuando contraten un médico formado en el extranjero asuman la responsabilidad de dejarlos en
igualdad de condiciones con un médico que estudió en Chile. Para emparejarlos debería usarse
los hospitales y consultorios de especialidades estatales.
De la misma forma, “a nivel ministerial deberían crearse convenios con la universidades
que usan como campus clínicos los hospitales chilenos, para que dicten clases a los médicos
extranjeros y así puedan aprobar el Eunacom”.
“Con ello evitaríamos las derivaciones innecesarias desde la atención primaria al nivel
secundario, pesquisaríamos en forma precoz de las enfermedades que pueden terminan en un
cáncer avanzado o las complicaciones de patologías cardiovasculares como la Insuficiencia Renal o
Cardiaca.”, concluyó Carrasco.