Wednesday, August 1, 2018

Cuando el amor no tiene barreras: Construyó una bici para pasear con su amigo en silla de ruedas

Por Prensa

Cuando el amor, la amista y la solidaridad no tienen barreras ocurren cosas como esta que ocurrió en un poblado de Argentina.  A Simón se le ocurrió que podrían armar una bicicleta con sidecar para que pudieran ir a dar vueltas con el resto de los chicos del barrio. Simón, de 10 años y Lisandro, […]

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Cuando el amor, la amista y la solidaridad no tienen barreras ocurren cosas como esta que ocurrió en un poblado de Argentina. 

A Simón se le ocurrió que podrían armar una bicicleta con sidecar para que pudieran ir a dar vueltas con el resto de los chicos del barrio.

Simón, de 10 años y Lisandro, de 11, viven en la ciudad de Laboulaye, en Córdoba y su historia emocionó a todos después de que uno de los nenes le pidiera a un herrero que le construyera una bicicleta a su primo, que nació con espina bífida y por la dificultad motriz que sufre, usa silla de ruedas.

Ariel Birche es el tercer protagonista y todavía recuerda el pedido de Simón, que acudió a su taller para pedirle ayuda. Pero no llegó solo con la idea. El nene buscó en Internet y encontró una imagen de una bici-silla ruedas. “¿Nos podrás hacer este invento?”, le preguntó, entusiasmado, según consigna el diario La Voz.

El herrero se conmovió con el pedido del chico y decidió ponerme manos a la obra: recicló hierros viejos y logró, con esfuerzo y amor, cumplir el sueño de fabricar la bicicleta con “sidecar” para que Simón y Lisandro, inseparables, puedan andar juntos.

“Simón había visto algo en Internet, y nos pareció buena la idea, entonces le pedimos al Ariel si la podía hacer. Simón es re bueno, siempre está conmigo, es re compañero, muy ayudador. Siempre vamos a la plaza, ahora con esta bici vamos a ir a todos lados”, contó Lisandro.

La mamá del nene, Flavia, dijo que los nenes van a todos lados juntos y que siempre están pensando “cómo lograrlo”. “Se las ingenian y llegan donde quieren”. Juntos describen el sentimiento de la amistad que los une, también de la incondicionalidad.

“Yo armé todo con hierros viejos, la bici se la pedí a un hombre en el basural. Aproveché todo lo que pude. Aún le faltan algunas cosas, como los frenos y las gomas, que las va a comprar la abuela, y las agregaremos. Me parece que la van a usar mucho, siempre los veo pasar para todos lados juntos”, contó el herrero.

Los chicos no sólo dan el ejemplo con su amistad. Simón reflexiona y dice que las veredas “tendrían que estar lisas y sin agujeros”. Después pide: “No tendría que haber escalones grandes en los negocios porque cuando queremos entrar, no podemos o tenemos que hacer mucha fuerza”.

Fuente de la información    www.launiondigital.com.ar/